Bajo peso
—
IMC 10.0-18.5
Estar por debajo del peso apropiado podría ser un signo de que no
comes lo suficiente o de que puedes estar enfermo. Si estás por debajo
del peso apropiado, contacta con tu médico de cabecera para una
evaluación adicional.
Peso normal
—
IMC 18.5-25.0
La comunidad médica recomienda que mantenga su peso dentro de este rango.
Preobesidad
—
IMC 25.0-30.0
* El término “preobesidad” fue clasificado anteriormente como
“sobrepeso” por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Las personas que se ubican en esta categoría pueden correr el
riesgo de desarrollar obesidad. También podrían correr el riesgo de
desarrollar otros problemas de salud, o de que sus problemas de salud
actuales puedan empeorar. La recomendación es consultar a un médico
con experiencia en el control de la obesidad.
Hay dos recomendaciones para las personas que se ubican en la
categoría de preobesidad, las cuales están recogidas en las guías
clínicas europeas y estadounidenses para el control de la obesidad en adultos.
La recomendación para las personas con un IMC de entre 25,0 y
29,9 y quienes no tienen problemas de salud relacionados con el
peso (es decir, presión arterial o colesterol alto) es impedir el
aumento de peso mediante alimentación saludable y aumento de la
actividad física.
Para personas con un IMC entre 27 y 29,0 y que también tengan
problemas de salud relacionados con el peso, la recomendación es bajar
de peso combinando intervenciones de estilo de vida y medicamentos
contra la obesidad para lograr la pérdida de peso y mejorar la salud
y la calidad de vida.
Obesidad de tipo I
—
IMC 30.0-35.0
Las personas con un IMC igual o superior a 30 pueden tener obesidad,
que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede dañar la salud. Hoy en día, numerosas organizaciones de salud
reconocen la obesidad como una enfermedad crónica pero controlable.
La Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones de
salud distinguen tres clases de obesidad:
Clasificación de la
obesidad | IMC |
Clase I | 30,0–34,9 |
Clase II | 35,0–39,9 |
Clase III | Por encima de 40 |
Los rangos del IMC se basan en el efecto que tiene la grasa
corporal excesiva en la salud de la persona, la expectativa de vida
y el riesgo de desarrollar enfermedades; a medida que el IMC
aumenta, también aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades.
Se recomienda que las personas con un IMC igual o superior a 30
consulten a un médico con experiencia en el control de la obesidad
para obtener un diagnóstico, una evaluación de los riesgos y el
tratamiento de la obesidad y de las complicaciones de salud
relacionadas con el peso.
El objetivo de controlar y tratar la obesidad no es simplemente
bajar de peso, sino mejorar la salud y reducir los riesgos de otras
complicaciones de salud. Perder incluso una modesta cantidad de peso,
como el cinco por ciento del peso corporal o más, y mantener esta
pérdida de peso, puede mejorar el bienestar general y, al mismo
tiempo, reducir el riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el peso.
Existe una variedad de opciones de tratamiento científicamente
probadas para la obesidad que pueden recomendarse según las
necesidades individuales, la salud y la presencia o ausencia de
complicaciones relacionadas con el peso. El tratamiento puede incluir
una combinación de las siguientes opciones**:
* La cirugía bariátrica generalmente se considera para
personas con un IMC de más de 35 que también presentan
complicaciones relacionadas con el peso. También se considera
generalmente para personas con un IMC de 40 o más.
** Exención de responsabilidad: Esta información no
sustituye el asesoramiento de un médico. Si tiene alguna
pregunta sobre su salud, debe comunicarse con su médico de
cabecera u otro proveedor de cuidado de la salud calificado.
Obesidad II
—
IMC 35.0-40.0
Las personas con un IMC igual o superior a 30 pueden tener obesidad,
que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede dañar la salud. Hoy en día, numerosas organizaciones de salud
reconocen la obesidad como una enfermedad crónica pero controlable.
La Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones de
salud distinguen tres clases de obesidad:
Clasificación de la
obesidad | IMC |
Clase I | 30,0–34,9 |
Clase II | 35,0–39,9 |
Clase III | Por encima de 40 |
Los rangos de IMC se basan en el efecto que tiene la grasa
corporal excesiva en la salud de la persona, la expectativa de vida
y el riesgo de desarrollar enfermedades; a medida que el IMC
aumenta, también aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades.
Se recomienda que las personas con un IMC igual o superior a 30
consulten a un médico con experiencia en el control de la obesidad
para obtener un diagnóstico, una evaluación de los riesgos y el
tratamiento de la obesidad y de las complicaciones de salud
relacionadas con el peso.
El objetivo de controlar y tratar la obesidad no es simplemente
bajar de peso, sino en cambio, mejorar la salud y reducir los riesgos
de otras complicaciones de salud. Perder incluso una modesta cantidad
de peso, como el cinco por ciento del peso corporal o más, y mantener
esta pérdida de peso, puede mejorar el bienestar general y, al mismo
tiempo, reducir el riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el peso.
Existe una variedad de opciones de tratamiento científicamente
probadas para la obesidad que pueden recomendarse según las
necesidades individuales, la salud y la presencia o ausencia de
complicaciones relacionadas con el peso. El tratamiento puede incluir
una combinación de las siguientes opciones**:
* La cirugía bariátrica generalmente se considera para
personas con un IMC de más de 35 que también presentan
complicaciones relacionadas con el peso. También se considera
generalmente para personas con un IMC de 40 o más.
** Exención de responsabilidad: Esta información no
sustituye el asesoramiento de un médico. Si tiene alguna
pregunta sobre su salud, debe comunicarse con su médico de
cabecera u otro proveedor de cuidado de la salud calificado.
Obesidad III
—
IMC 40.0-50.0
Las personas con un IMC igual o superior a 30 pueden tener obesidad,
que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede dañar la salud. Hoy en
día, numerosas organizaciones de salud reconocen la obesidad como una
enfermedad crónica pero controlable.
La Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones de
salud distinguen tres clases de obesidad:
Clasificación de la
obesidad | IMC |
Clase I | 30,0–34,9 |
Clase II | 35,0–39,9 |
Clase III | Por encima de 40 |
Los rangos de IMC se basan en el efecto que tiene la grasa
corporal excesiva en la salud de la persona, la expectativa de vida
y el riesgo de desarrollar enfermedades; a medida que el IMC
aumenta, también aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades.
Se recomienda que las personas con un IMC igual o superior a 30
consulten a un médico capacitado en el control de la obesidad para
obtener un diagnóstico, una evaluación de los riesgos y el
tratamiento de la obesidad y de las complicaciones de salud
relacionadas con el peso.
El objetivo de controlar y tratar la obesidad no es simplemente
bajar de peso, sino mejorar la salud y reducir los riesgos de otras
complicaciones de salud. Perder incluso una modesta cantidad de peso,
como el cinco por ciento del peso corporal o más, y mantener esta
pérdida de peso, puede mejorar el bienestar general y, al mismo
tiempo, reducir el riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con
el peso.
Existe una variedad de opciones de tratamiento científicamente
comprobadas para la obesidad que pueden recomendarse según las
necesidades individuales, la salud y la presencia o ausencia de
complicaciones relacionadas con el peso. El tratamiento puede incluir
una combinación de las siguientes opciones**:
* La cirugía bariátrica generalmente se considera para
personas con un IMC de más de 35 que también presentan
complicaciones relacionadas con el peso. También se considera
generalmente para personas con un IMC de 40 o más.
** Exención de responsabilidad: Esta información no
sustituye el asesoramiento de un médico. Si tiene alguna
pregunta sobre su salud, debe comunicarse con su médico de
cabecera u otro profesional sanitario cualificado.