Consejos para dormir bien: equilibrio cuerpo y mente
Sigue estos consejos para dormir bien y tener un equilibrio entre cuerpo y mente. Construye un entorno óptimo para descansar de forma saludable
IMC | Clasificación |
---|---|
< 18.5 | Peso inferior al normal |
18.5 - 24.9 | Peso normal |
25-29.9 | Sobrepeso |
30-34.9 | Obesidad I |
35-39.9 | Obesidad II |
> 40 | Obesidad III |
*Esta calculadora del IMC es para adultos de 20 años o más. Habla con tu médico sobre tu IMC si eres menor de 20 años.
Un IMC de 40 o más te sitúa en la categoría de obesidad de tipo III. Estar en esta categoría te pone en alto riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad y puede afectar gravemente a tu calidad de vida. Habla con tu profesional sanitario u otro profesional formado en el manejo de la obesidad lo antes posible.
Comienza hablando de tus necesidades y situación particulares. Basándote en estas y en los resultados de otras pruebas diagnósticas, tu profesional sanitario puede recomendarte un plan de control del peso y opciones de tratamiento para ayudarte a perder peso.
Ponte en contacto con tu profesional sanitario para averiguar qué tratamiento científicamente probado es adecuado para ti y cómo puedes empezar a hacer cambios desde ya.
Un profesional sanitario puede hacerte recomendaciones en función de tus necesidades específicas, tu estado de salud actual y si hay alguna complicación relacionada con el peso.
Algunos de estos tratamientos son:
Un estilo de vida saludable es algo recomendable para todos. Sin embargo, si tu IMC muestra que tienes sobrepeso u obesidad en algún momento, puede ser el momento de hacer cambios para que puedas tener un peso más saludable. Muchas cosas pueden afectar tu peso, por lo que también puedes tratar de controlarlo de diferentes maneras. Haz clic en un elemento a continuación para ver qué puedes hacer para realizar un cambio.
No hay una dieta perfecta para perder peso. Sin embargo, existen formas científicamente probadas que te ayudan a controlar el peso y evitar recuperar el peso perdido. Céntrate en formas más saludables de comer (como la dieta mediterránea, una dieta rica en fibra) en lugar de irte a los extremos a la hora de limitar la cantidad que comes.
Hay muchas razones por las que subimos de peso y, a veces, tienen que ver con cómo nos sentimos. Algunas personas usan la comida para hacer frente a situaciones difíciles y calmar sus sentimientos. Esto se denomina alimentación emocional, y es el motivo por el que a veces necesitamos apoyo psicológico en lugar de asesoramiento dietético. Aumenta tu conocimiento sobre las funciones que desempeñan los sentimientos y el estrés en el control del peso.
El ejercicio regular es muy importante para perder y controlar el peso. Para asegurarte de que su programa de pérdida de peso para la obesidad sea lo más eficaz posible, considera añadir ejercicios aeróbicos y de resistencia a tu rutina. También deberías moverte más en general.
Aquí encontrarás consejos para empezar con buen pie un nuevo programa de ejercicios.
Dormir demasiado poco puede afectar a tus hormonas, lo que puede afectar a cómo y qué comes. Cuando duermes mejor, puedes tomar decisiones saludables y resistirte a los alimentos tentadores. Busca consejos para mejorar tus hábitos y dormir el tiempo que tu cuerpo y tu mente necesitan.
El sobrepeso y la obesidad están asociados a un mayor riesgo de
mortalidad y otras enfermedades o afecciones. Por lo general, cuanto
mayor sea tu IMC, mayor será la probabilidad de desarrollar otras
enfermedades relacionadas con la obesidad crónica.
Aunque es posible que las personas con bajo peso no corran los mismos riesgos para la salud que quienes tienen obesidad y sobrepeso, es importante reconocer que un peso inferior al normal sigue planteando importantes problemas de salud. El IMC es una buena forma de comprobar tus riesgos de sufrir afecciones médicas relacionadas con el bajo peso. En general, cuanto menor sea el IMC, mayor será la probabilidad de desarrollar complicaciones de salud, como:
Consulta a tu médico para obtener más información sobre cualquiera de estas afecciones y cómo se relacionan con tu IMC.
El IMC es una medición simple y objetiva, pero puede ser engañosa en ciertos casos y para algunos grupos de personas. Las investigaciones han demostrado que el IMC es menos preciso a la hora de predecir el riesgo de enfermedad en personas mayores, atletas, personas altas o bajas y personas con tipos de cuerpos más musculosos. Por ejemplo, los atletas o culturistas de élite tienen más músculo y pesan más, lo que aumenta su IMC.
El IMC tampoco tiene en cuenta:
Tu IMC no te define, pero conocer y entender tu IMC puede ser una herramienta poderosa para asumir el control de tu propia salud.
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